CONSEJOS PARA MANTENER LA COHERENCIA ENTRE LA COMUNICACIÓN VERBAL Y NO VERBAL
La comunicación no se limita a las palabras. De hecho, una gran parte del mensaje que transmitimos proviene de nuestro lenguaje corporal, expresiones faciales, gestos, tono de voz y postura. Cuando lo que decimos con palabras no coincide con lo que expresa nuestro cuerpo, el mensaje pierde fuerza, credibilidad y puede generar confusión o desconfianza.
Mantener la coherencia entre la comunicación verbal y no verbal es esencial para ser percibido como una persona auténtica, segura y profesional. A continuación, te ofrecemos algunos consejos clave para lograrlo:
![]() |
1. Conoce tu lenguaje corporal
El primer paso es tomar conciencia de tu propia comunicación no verbal. Grábate al hablar, observa tu postura frente al espejo o pide feedback a personas de confianza. ¿Tu cuerpo transmite lo mismo que tus palabras? A veces, sin darnos cuenta, cruzamos los brazos cuando queremos mostrarnos abiertos o evitamos el contacto visual cuando queremos parecer seguros.
2. Cuida tu expresión facial
El rostro es una de las principales fuentes de expresión emocional. Asegúrate de que tu expresión acompañe tu mensaje. Si estás comunicando entusiasmo, una sonrisa o una mirada viva lo reforzará. Si hablas de algo serio o delicado, mantén una expresión serena y empática.
3. Mantén una postura abierta y relajada
Una postura recta, con los hombros hacia atrás y los brazos en una posición natural, transmite confianza y apertura. Evita posturas cerradas (como cruzar brazos o piernas) o tensas, que pueden proyectar incomodidad, hostilidad o desinterés.
4. Alinea tu tono de voz con el contenido del mensaje
El tono de voz puede cambiar completamente el significado de una frase. Asegúrate de que tu tono, ritmo y volumen refuercen lo que estás diciendo. Un tono cálido y tranquilo ayuda en conversaciones empáticas; uno firme y claro es clave en mensajes de liderazgo o instrucciones.
5. Haz contacto visual adecuado
Mirar a los ojos de tu interlocutor, sin resultar intimidante, demuestra atención, sinceridad e interés. Evitar la mirada puede interpretarse como deshonestidad o inseguridad; mantenerla en exceso puede parecer desafiante. Encuentra el equilibrio.
6. Gesticula con intención
Los gestos deben acompañar y enfatizar tu discurso, no distraer. Utiliza las manos para reforzar ideas clave, mostrar entusiasmo o explicar conceptos, pero evita gesticulaciones excesivas o contradictorias.
7. Observa las reacciones del interlocutor
Una comunicación efectiva también implica leer el lenguaje no verbal del otro. Observa si tu mensaje está siendo comprendido, si hay señales de desconexión o confusión, y ajusta tu forma de comunicar en consecuencia.
8. Sé auténtico
La coherencia entre lenguaje verbal y no verbal es difícil de simular cuando el mensaje no es sincero. La mejor forma de ser coherente es hablar desde la verdad, con convicción y con emociones genuinas.
Conclusión
La coherencia entre lo que decimos y cómo lo decimos es una habilidad esencial para una comunicación efectiva, tanto en contextos personales como profesionales. Desarrollarla te permitirá proyectar seguridad, credibilidad y empatía, elementos fundamentales para construir relaciones sólidas y generar impacto positivo en los demás.
Comentarios
Publicar un comentario